Esta es la base con la que trabajo.
Es complejo de resumir porque Ana Gimeno Bayón y Ramón Rosal (los creadores del mismo y grandes maestros a los que admiro profundamente) se han encargado de escribir muchísimo al respecto.
Su rigor y pasión por dar cuerpo sólido a un tipo de Psicoterapia que estaba tan disperso me fascinan.
Lo fundamental que quiero que sepas es que Integradora significa que integra varios modelos a nivel teórico y práctico. Que hay multitud de técnicas que podemos usar en psicoterapia y que eso va a depender (y esto es lo que más me gusta) de mi y de ti. No eres un diagnóstico, eres una persona. Una persona única y especial que necesita una psicoterapia única y especial.
En este modelo le damos mucha importancia a la creatividad, a la singularidad del individuo y al proyecto vital, es decir, a crear una vida con sentido. Esto hace que trabajemos no sólo con el malestar, también con la original manera de ser genuinamente feliz de cada uno, algo a lo que llamamos «crecimiento personal».
Humanista, es por lo tanto, que te humaniza y que te considera parte de una humanidad.
Estoy especializada en Psicoterapia Corporal Integradora Humanista y en Psicoterapia Somato-Sensorial. Ambas dirigidas por Maria Beltrán, siendo la segunda un modelo propio que ahonda en lo psicocorporal de una manera profundamente sensible y transpersonal.
Aunque el cuerpo ya fue un lugar importante para mí desde el principio por herencia materna (mi madre es psicoterapeuta psicocorporal especializada en Sexualidad Holística) las especializaciones han hecho que mi mirada profundice y se amplíe y algo que antes era sencillo ahora es una amalgama de conocimiento que intento sintetizar en sesión diciendo algo como «que el cuerpo está incluido significa, simplemente, que no vamos a fingir que no existe».
Ha habido una clara tradición en psicoterapia herencia de Descartes que separó cuerpo y mente y ya sabemos hoy en día por múltiples evidencias que esto fue un absoluto error (léase «El error de Descartes» del brillante neuropsicólogo Antonio Damasio). Pues bien, las psicoterapias psicocorporales intentan trazar un camino restaurando como buenamente pueden esa disectomía y yo, como buenamente puedo,
pongo mis manos, mi corazón, mis entrañas y mi mirada al servicio de deshacer este malentendido en el que nos hayamos metidos.
Con algunas personas sólo hablo, con algunas personas bailo, a algunas las toco con las manos y a otras no me acerco demasiado. Eso depende de la relación terapéutica y de la danza que quieran danzar nuestros cuerpos en el espacio psicoterapeutico. Siempre desde el profundo respeto, pues en el cuerpo está la resiliencia y el trauma, la herida y la supervivencia, aquellos que nos dolió y aquello a lo que podemos recorrer juntas para salir de aquí de nuevo. El cuerpo es un mapa y yo lo admiro, lo contemplo, conecto con él, y ayudo a la persona a que también lo incluya en su sabiduría interna.
Ahora mismo soy Coordinadora del Área de Maternidad del centre Besai, en el que atiendo desde 2016 y en el que me he especializado en acompañamiento pre y perinatal con Maria Beltrán (autora de libros como Maternar Maternándome o Acompañamiento Psicoterapéutico a la Esencia de la Maternidad).
Acompaño el embarazo (que empieza con la idea de quedar embarazada), acompaño el parto (tanto con preparación como con acompañamiento in situ si la persona lo desea) y acompaño la preciosa y olvidada etapa del posparto.
Donde más he aprendido sobre todo esto, por supuesto, es en mi propio cuerpo.
Al quedar yo embarazada muchas de mis pacientes empezaron a poner este tema sobre la mesa y ha sido un viaje increíble el que estoy viviendo acompañando estos procesos…
El embarazo es, sin lugar a dudas, un momento privilegiado para el trabajo personal y la transformación
y el nacimiento de un bebé y de una madre son momentos para honrar y acompañar con mucho, mucho, corazón.
Lo pongo así, en plural, porque hablo del mundo relacional de cualquier índole: afectivo, sexual, de pareja, de amistad, con la família de origen, con compañeras de trabajo…
Soy una persona que ha explorado en profundidad diferentes maneras de relacionarse, ya que desde muy joven me parecían absurdos los dogmas sobre nuestros cuerpos y nuestros corazones. He entendido que los límites són necesarios, pero que cada uno los pone donde quiere o más bien puede y que hay que adentrarse a experimentar con mimo y autocuidado para no dañarse de más o reabrir demasiado las heridas. Nuestra historia influye de manera brutal en nuestras relaciones.
Y eso hace que nuestras luces y nuestras sombras salgan a flote en los senderos compartidos…
Acompaño a personas monógamas y no monógamas desde 2015, tanto en sesión de pareja como individual, y es unas de las demandas que más recibo y que acojo con gran ilusión. Mi formación respecto a las no-monogamias ha sido siempre autodidacta a nivel teórico y desde el activismo y la experiencia, ya que cuando empecé no existía educación formal al respecto.
Estoy formada en Economía Feminista y gracias a esta formación introduje una mirada antiracista y anticolonial a mi feminismo.
Ser consciente de mi lugar en el mundo me ayuda a ser mejor y a acompañar con humildad las realidades de los demás.
Para mí lo de la mirada LGTBIQA+ es un básico que simplemente aclaro para que quien forme parte del colectivo se sienta a salvo antes de contactarme.
La diversidad es una de las realidades de la humanidad que más me emocionan y acompañar a personas diversas me llena el alma.
He sido rebelde con los atributos a mi género asignado al nacer, y eso me ha llevado al feminismo, pero también a comprender la cuestión trans desde un lugar que aún me cuesta definir. Por otro lado tengo una feminidad arrolladora que abrazo y amo y que forma parte de mí y reivindico.
He hecho formaciones a profesionales sobre esta mirada y tengo en el tintero la labor de seguir con ello, ya que creo que es parte de mi misión que una mirada no patologizante y abierta se expanda entre el colectivo de profesionales de la salud mental.
Para una de ellas escribí:
«Mientras el lugar donde encajar sea un lugar muy rígido, el encaje siempre será más difícil para unos que para otros. Hagamos que los lugares donde encajar sean amplios, llenos de posibilidades, dejemos el mundo rígido a un lado para acontecer ante un mundo diverso, lleno de riqueza.
Genera espacios abiertos y vendrán a visitarte las criaturas más hermosas.»
La perspectiva somato-sensorial y la maternidad me han aproximado a la infancia y a la adolescencia y desde entonces ofrezco también el servicio de acompañar a los pequeños-grandes seres de este mundo, a los que admiro y con los que disfruto conectando, jugando a reparar y a explorar aquello que necesitan, descifrando lo que con su sabiduría expresan y creando mundos compartidos donde crecer.
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